"Liburu bat duenak (irakurtzen badu), altxor bat du."/"Quien tiene (y lee) un libro, tiene un tesoro."



sábado, 5 de abril de 2014

LEGADO EN LOS HUESOS




Tenía ganas de leerme el segundo volumen de la trilogía de Dolores Redondo, sabía que la lectura del libro me iba a enganchar, que estaría buscando el momento para cogerlo y leerlo con ganas. Para mí el leer un libro sin que te pesen los párrafos y las hojas, por no decir las líneas, es un sinónimo de calidad, y El legado en  los huesos la tiene. De nuevo la inspectora Salazar se encontrará con un nuevo caso que hará que hurga, escarbe y persiga a los criminales en su valle natural, Baztán. Esta vez se repiten también los asesinatos en serie, pero con más saña si cabe, porque también responde a un ritual que tiene un despiece del hombro como punto de partida.

Las circunstancias de este segundo volumen tienen su origen en el primero, ya que se dejaron sin resolver, de este modo se solapa mejor la acción. Los hechos de nuevo giran en torno a la relación materno filial, madre-hija, con la novedad de que la propia inspectora Salazar ahora se ocupa de Ibai, su niño. El círculo familiar es el sostén del relato junto con los compañeros de la Foral (creo que le está dando una imagen de modernidad al Cuerpo); por el otro lado, aparecen los enemigos, quienes han alterado la paz del valle con sus crímenes, y su madre, cuya traumática relación le ha marcado de por vida.

En este volumen me ha gustado más el tratamiento que le da a la mitología, lo asocia más con los sueños, con el inconsciente, de modo que el instinto policial adquiere más densidad y misterio. Sobre todo me ha parecido más verosímil la idea de un mitología viva, interiorizada,  por ser los descendientes de la tierra que ocupamos. A su vez, la lucha entre el bien y el mal se traslada a este plano, ya que Tártalo, el Polifemo vasco sirve al mal.





Humildemente creo que esta novela lo mismo que en el Valle de Baztán podría desarrollarse en el Valle de Salazar, o en Cintruénigo, pero le agradezco y estimo que haya utilizado el valle en el que vivo, aunque soy forastero, para literaturizar la realidad. Creo que la autora necesita la energía que emana este maravilloso valle y sus gentes, tan enraizado en el pasado y con la mirada puesta en el futuro. Hecho en falta literaturizar más el pueblo, las relaciones con los vecinos, con las antiguas amistades, las esquinas de las calles, las plazas...que guardan tantos recuerdos y apenas aparecen en el perfil emocional de la inspectora. Tampoco se señala como se viven las festividades, ni se describe una cena en una sociedad con los amigos o  los partidos de rugby.

El pasado vuelve constantemente y más con un personaje tan complejo como la inspectora, pero fuera de las puertas de su hogar
y de la comisaría apenas se rememora en relación a los baztaneses, como el espacio  está íntimamente relacionado con la acción, lo superfluo tal vez cansa. ¿Qué monte vigila el fondo del pueblo si se entra por la calle Santiago en dirección a Errazu?, eso a mí me emociona y no soy de Elizondo. ¿Qué pasa con la política local? ¿Dónde están las fuerzas vivas del pueblo? También tiene que aparecer con más intensidad la actividad diaria, o tal vez no, asocio el personaje del libro con una personalidad más pasajera que afincada, este distanciamiento se justifica en la novela por la necesidad de la inspectora de huir del pueblo por  la amenaza materna.

Cada autor maneja la narración como quiere y puede, Dolores Redondo ha escrito una novela  entretenida, y la ha situado de nuevo en el Valle de Baztán. Es muy meritorio y todos los baztaneses tienen que agradecer e impulsar, no por lo necrológico ( que es un género) sino porque abre un camino para que el turismo del valle adquiera un nuevo impulso.

Al final,  la intuición de la inspectora con la ayuda del detective americano, me gusta el misterio que envuelve a esta relación, consigue resolver la retahíla de asesinatos. Hay que buscar el origen para entender el problema, situarlo e iniciar el camino de la investigación. Lee la novela Legado en los huesos, la intriga te atrapará.