Hay veces que como profesores nos sentimos abrumados, impotentes, los chavales muestran tal desorientación y violencia que resulta una tarea titánica educarlos. La educación es una labor diaria de todos, tenemos que ayudar a nuestros hijos a afrontar la vida, a que no reproduzcan nuestros propios defectos, tenemos que ser capaces de ofrecerles lo mejor que tenemos: el amor al prójimo, el respeto y la solidaridad. Como dice Saramago ser padre es el mayor acto de responsabilidad y entrega.
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